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Vence la duda

Marcos 9:24 (RVR60)

24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

Introducción

Nosotros no podemos evitar que vengan pensamientos de duda en nuestro corazón, pero si tenemos la capacidad para decidir qué hacer cuando se presenten.

La duda, relacionada a la fe en Dios, es un tipo de miedo que no agrada a nuestro Creador.  Es la Inseguridad sobre la verdad y realidad de las cosas espirituales, según es mostrada especialmente por la falta de fe en Dios y falta de compromiso con él.[1]

¿Sabías que la palabra diablo tiene su raíz en el lenguaje griego como adversario y difamador? Su especialidad se basa en hacer que la duda se manifieste en relación con Dios de las siguientes maneras:

Dudas en relación con la palabra de Dios

1.     Cuestionando la palabra de Dios ej. La serpiente en el Edén

2.     Cuando nos falta la fe (ver Mateo 21.21)

3.     Cuando entramos y salimos de las iglesias por situaciones (ver Santiago 1.6)

4.     El doble ánimo (ver Santiago 1.8)

Dudas en nuestra relación con el carácter de Dios mismo

1.     Sobre la compasión de Dios (ver Salmo 77.7-9)

2.     Sobre si Dios está con nosotros (ver Job 30.20)

3.     Creer que Dios solo quiere afligirnos (ver Éxodo 5.22)

4.     Cuestionando la justicia de Dios (ver Jeremías 12.1)

También la duda se manifiesta hacia nosotros mismos y nuestra capacidad y hacia nuestros hermanos

1.     Dudamos de la capacidad que tenemos para servir a Dios

2.     Dudamos del testimonio de nuestros hermanos

3.     Dudamos del carácter de nuestros hermanos

4.     Dudamos de nuestros hermanos cuando tenemos una diferencia

¿Cuál es la primera respuesta que tenemos cuando nos llega la duda?

1.     Oramos o nos desanimamos

2.     En relación con Dios, le pedimos que nos guíe y nos quite la duda o rápido le pedimos que nos mueva de lugar

3.     En relación con nuestros hermanos, pensamos en solucionar las cosas o pensamos en alejarnos y evitar la confrontación

¿Cómo combatimos la duda?

El problema con la duda es que es contagiosa. 

Deuteronomio 1:28 (RVR60)

28 A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y mas alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac.

1.     Consultar a Dios

2.     Consultar su palabra

3.     Consultar con una persona conocedora y confiable en la palabra de Dios

4.     Hacer lo que Dios diga

Seamos gente de convicción y dirección en el Señor.  No dejemos que la duda nos separe del camino, ni del propósito y la voluntad de Dios para nuestras vidas.  Dios es fiel y le agrada cuando dejamos la duda a un lado y obramos en fe.

Para reflexionar:

1.     ¿Cuál es mi reacción cuando llega la duda?

2.     ¿Le estoy pidiendo sabiduría a Dios para manejar situaciones?

3.     ¿Conozco el propósito de Dios para mi vida?

Oración:

Padre te pido que me ayudes con mi incredulidad y no permitas que la duda me aleje de tus caminos, tampoco me ponga en contienda contra mis hermanos en la fe.  En el nombre de Jesús.  AMEN.


Referencia:

[1] Manser, M. H. (2012). Diccionario de temas bíblicos. (G. Powell, Ed.). Bellingham, WA: Software Bíblico Logos.