Publicado
Actualizado

La autoridad de Juan el Bautista

Juan el Bautista es reconocido como el precursor inmediato de Jesús llamado a preparar Su camino, analicemos la serie de eventos que ocurrieron en la vida de este gran hombre de Dios.

Juan, cuando estaba en el vientre de su madre, saltó al escuchar la voz de María quien cargaba a Jesús en su vientre (ver Lucas 1.39-41), por lo que fue marcado desde pequeño y su madre fue llena del Espíritu Santo en ese momento. La biblia registra este evento como un indicador de que Juan había sido escogido para un propósito especial que posteriormente iba a ser revelado. Además de que nos da a entender que aquellos que temen y obedecen a Dios son protagonistas de una historia que aún continúa en desarrollo, también comprendemos la importancia de tener la convicción autoritaria de parte de Dios. Sobre esto reflexionamos en esta lectura.

Ya de adulto, cuando Juan se encontraba bautizando, los fariseos le confrontaron con una pregunta: ¿por qué bautizas si no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta (ver Juan 1.24-25)? Lo cierto es que Juan no les responde el por qué estaba bautizando, sino que le termina respondiéndoles el propósito por el cual estaba haciéndolo. Su respuesta es un indicativo de que Juan reconocía Su rol dentro del reino de Dios y honraba la autoridad de Jesús a quien introduce de la siguiente manera (ver Juan 1.26-27):

  1. aquel a quienes los fariseos no conocían
  2. el que era, el que es y el que será
  3. de quien nosotros no somos dignos

Sabemos que Juan bautizaba con agua, llamaba al arrepentimiento y su palabra era una palabra fuerte. Al día siguiente de que los fariseos lo confrontaran, Juan hace una declaración poderosa y estoy seguro que inesperada.

Juan 1:29 (RVR60)

29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a Él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Más adelante testifica de Su relación con Dios y lo que Dios le había revelado.

Juan 1:32–34 (RVR60)

32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre Él.

33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre Él, Ese es el que bautiza con el Espíritu Santo.

34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que Éste es el Hijo de Dios.

El propósito de Juan era preparar el camino de Jesús, porque Dios le había revelado que así sería. Nosotros no podemos obtener autoridad si no es dada de parte de Dios, por lo que podemos entender la firmeza con la que Juan actuó y no se dejó intimidar por los fariseos, quienes eventualmente crucificaron a Jesús.

Cuando estamos convencidos de que Dios nos ha enviado podemos actuar con tal autoridad sin importar las circunstancias ni los peligros que nos rodean. Caminar con autoridad implica no solo que hemos sido llamados por Dios, sino que tenemos instrucciones de Su parte y eso debe inspirar confianza en nosotros para hacer cualquier cosa que nos pida sin importar las circunstancias.

Para reflexionar:

  1. ¿Conozco el propósito de Dios para mi vida?
  2. ¿Respeto las autoridades que Dios me ha designado?
  3. ¿Entiendo el concepto de autoridad en el reino de Dios?

Oración guía:

Padre te pido que me revele tu propósito a mi vida, que así mismo me des convicción para poder caminar en la dirección que quieres que camine. Dame humildad para respetar las autoridades en tu reino y para ejercer mi propósito conforme a Tu voluntad. AMEN