Introducción
En esta parte estaré hablando sobre el canon de la biblia, sus orígenes y lo que esperamos en el futuro.
La palabra Canon se refiere a la lista de libros contenidos en la Escritura, la lista de libros reconocidos dignos de ser incluidos dentro de los escritos sagrados de una comunidad de culto. …escritos reconocidos por la Iglesia como documentos revelados por Dios[1]
En su origen lingüístico, la palabra “canon” (a través del latín) proviene de la palabra griega kanōn. Esta palabra significa caña, haciendo referencia a la caña recta que se utilizaba como regla. Es decir que la lista de libros que componen la biblia es una seria de reglas o estándares que han sido revelados por Dios. El canon de la escritura se refiere a la revelación de Dios hacia el hombre para que dirija su fe.
Como dato curioso, según Bruce, F. F. (2014), la primera persona en utilizar el término “canon” por primera vez lo fue Atanasio, obispo de Alejandría en una carta que circuló en el año 367 d.C. Con el pasar del tiempo, una vez existía un consenso general, aunque no absoluto sobre la selección de los libros que forman la biblia, la misma se reconoce como inspiración de Dios para ser la regla de fe y conducta. A continuación, estaré contestando de manera general la pregunta sobre ¿Cómo llegaron estos documentos (libros) a recibir el reconocimiento y que criterios influyeron en esta decisión?
La palabra testamento usualmente se referían a la última voluntad de alguien, pero en el contexto de la biblia se refiere a la última voluntad de Dios y su pacto con su gente. Es un acuerdo entre Jehová Dios, que representa la máxima autoridad y su pueblo. Jehová ofrece ciertos beneficios, pero su pueblo tiene que cumplir ciertas obligaciones. Es decir que no es un trato entre iguales, sino un pacto condicionado para aquellos que obedezcan su voz.
En términos generales, en el antiguo testamento Dios hizo un pacto con Moisés durante los tiempos del Éxodo (ver Éxodo 24.4-8). Posteriormente utiliza a Jeremías para profetizar un nuevo pacto (ver Jeremías 31:31-34). El libro de los Hebreos, que habla del sacerdocio divino de Jesús, hace referencia a este asunto (ver Hebreos 9:18-28). Además, Marcos 14.24 nos relata de la voz de Jesús mencionando este nuevo pacto hecho a través de El, evento que Pablo confirma posteriormente en la carta a los Corintios (ver 1 Corintios 11:25).
Los movimientos literarios que los pactos tanto del antiguo como del nuevo testamento originaron llegaron a formar lo que hoy también se conoce como “los libros del antiguo pacto” y “los libros del nuevo pacto”.
La colección de libros del antiguo pacto (Antiguo Testamento) se estima que tomó un período de aproximadamente mil años o más, mientras que la colección de libros del nuevo pacto (Nuevo Testamento) se estima que tomó aproximadamente entre un siglo y dos d.C.
El último libro de la biblia, en el último capítulo, en Apocalipsis 22.18-19 la biblia registra lo siguiente:
Apocalipsis 22:18–19 (RVR60)
18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
Estos versículos captaron la atención de los líderes y escritores religiosos y generaron la idea de crear un canon cerrado o de cerrar el canon. Versículos similares conectan el antiguo con el nuevo testamento en relación con esta palabra Deuteronomio 4.2 y Deuteronomio 12.32.
El respeto de la biblia como el libro Sagrado fue aplicado en todas las iglesias cristianas que practicaban actos litúrgicos. Durante este tiempo la iglesia utilizaba la biblia principalmente para evangelizar y predicar sobre Cristo, sin embargo, mientras más escudriñaban las escrituras, más confirmaron las palabras de Jesús en Lucas 24.27. Esta revelación de parte de Cristo abrió puertas a los creyentes para añadir nuevas interpretaciones sobre el Antiguo Testamento que hacían referencia a El, lo que por consiguiente generó prácticas de fe diferente a las que hacían los hebreos que no creyeron en Cristo, pero que también utilizaban la biblia.
Bien es cierto que estudiar el canon de las escrituras puede ser un tema complicado y controversial estas son las fuentes principales para su desarrollo y aceptación inicialmente por la Iglesia Católica/Cristiana aunque posteriormente la libertad religiosa abrió puertas para más investigaciones y diversas fuentes cristianas aceptaron diversos escritos que nombraron como Su propio canon.
A pesar de estos conflictos presentes dentro de las diferentes variaciones de la fe cristiana, hay cosas que no se pueden negar.
Como Cristianos, si podemos dejar a un lado el orgullo “denominacional” y de interpretaciones bíblicas que en esencia no aportan nada a nuestra vida práctica, seríamos mejores cristianos y nos afirmaríamos en quien deberíamos de afirmarnos, nuestro Salvador Jesucristo.
Para reflexionar:
Oración guía:
Padre en esta hora te pido que me ayudes a entender el mensaje de las escrituras y aplicar en mi vida aquellos que necesito para crecer y vivir una vida práctica que de testimonio de Jesucristo a las personas que me rodean. AMEN
Referencia:
[1] Bruce, F. F. (2014). El Canon de la Escritura. (E. F. Sanz, Trad.) (1a edición, p. 17). Barcelona, España: Andamio.