Edificate con mis publicaciones y estudios biblicos.
Ver publicaciones1POR tanto, Job, oye ahora mis razones,
Y escucha todas mis palabras.
2He aquí yo abriré ahora mi boca,
Y mi lengua hablará en mi garganta.
3Mis razones declararán la rectitud de mi corazón,
Y mis labios proferirán pura sabiduría.
4El espíritu de Dios me hizo,
Y la inspiración del Omnipotente me dió vida.
5Si pudieres, respóndeme:
Dispón tus palabras, está delante de mí.
6Heme aquí á mí en lugar de Dios, conforme á tu dicho:
De lodo soy yo también formado.
7He aquí que mi terror no te espantará,
Ni mi mano se agravará sobre ti.
8De cierto tú dijiste á oídos míos,
Y yo oí la voz de tus palabras que decían:
9Yo soy limpio y sin defecto;
Y soy inocente, y no hay maldad en mí.
10He aquí que él buscó achaques contra mí,
Y me tiene por su enemigo;
11Puso mis pies en el cepo,
Y guardó todas mis sendas.
12He aquí en esto no has hablado justamente:
Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
1 Grandeza, justicia,
2 y misericordia de Dios.
13¿Por qué tomaste pleito contra él?
Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.
14Sin embargo, en una ó en dos maneras habla Dios;
Mas el hombre no entiende.
15Por sueño de visión nocturna,
Cuando el sueño cae sobre los hombres,
Cuando se adormecen sobre el lecho;
16Entonces revela al oído de los hombres,
Y les señala su consejo;
17Para quitar al hombre de su obra,
Y apartar del varón la soberbia.
18Detendrá su alma de corrupción,
Y su vida de que pase á cuchillo.
19También sobre su cama es castigado
Con dolor fuerte en todos sus huesos,
20Que le hace que su vida aborrezca el pan,
Y su alma la comida suave.
21Su carne desfallece sin verse,
Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.
22Y su alma se acerca al sepulcro,
Y su vida á los que causan la muerte.
23Si tuviera cerca de él
Algún elocuente anunciador muy escogido,
Que anuncie al hombre su deber;
24Que le diga que Dios tuvo de él misericordia,
Que lo libró de descender al sepulcro,
Que halló redención;
25Enterneceráse su carne más que de niño,
Volverá á los días de su mocedad.
26Orará á Dios, y le amará,
Y verá su faz con júbilo:
Y él restituirá al hombre su justicia.
27El mira sobre los hombres; y el que dijere:
Pequé, y pervertí lo recto,
Y no me ha aprovechado;
28Dios redimirá su alma, que no pase al sepulcro,
Y su vida se verá en luz.
29He aquí, todas estas cosas hace Dios
Dos y tres veces con el hombre;
30Para apartar su alma del sepulcro,
Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
31Escucha, Job, y óyeme;
Calla, y yo hablaré.
32Que si tuvieres razones, respóndeme:
Habla, porque yo te quiero justificar.
33Y si no, óyeme tú á mí;
Calla, y enseñarte he sabiduría.